Historia de la Virgen de la Candelaria

Celebramos hoy la Festividad de la Virgen de la Candelaria, (2 de febrero y el 15 agosto día de la Asunción) lo celebran dos veces al año, y que también coincide con la celebración de la Presentación de Jesús en el Templo y la Purificación de la Virgen María.

Desde muy antiguo (siglo V), se celebraba la "Fiesta de las Luces", en las que los numerosos fieles devotos de la Virgen María salían en procesión portando velas encendidas en sus manos para rendir honor a Nuestra Santísima Madre.

El origen de esta advocación mariana de la Nuestra Señora de la Candelaria, proviene de las Islas Canarias (Isla de Tenerife) donde se apareció y es venerada como su Patrona General del Archipiélago Canario desde la época de sus antiguos habitantes los guanches. 

El acontecimiento ocurrió entre los años 1392 al 1401, en el Barranco de Chimisay, en Güimar. Dos pastores guanches se disponían a guardar su ganado en una cueva, cuando notaron que sus animales se inquietaron y no quisieron entrar en la misma. Extrañados fueron a ver qué sucedía, y vieron al final del barranco de Chimisay, encima de una roca había una mujer cargando un niño en su brazo derecho (el bebé llevaba un pájaro de oro en su pequeña mano), y en la otra mano de la mujer portaba una vela. Según las costumbres guanches les estaba prohibido hablar con ninguna mujer en zona despoblada, por lo que les hicieron señas para que se apartara y dejara paso libre a su ganado.

Historia de la Virgen de la Candelaria.

Y mientras les hacían esto, la mano de uno de ellos se quedó paralizada, el otro pastor asustado sacó su cuchillo para herirla, y lo único que consiguió con esta mala acción fue la de herirse él mismo. Los dos atemorizados, salieron corriendo a contárselo a su jefe Chinguaro (Mencey Acaymo) de su poblado para contarles lo sucedido. Acudieron al lugar, nadie se atrevía a tocarla, sólo lo hicieron aquellos dos pastores heridos que quedaron sanados durante el trayecto de trasladarla al palacio.

El mencey maravillado con lo sobrenatural de esta mujer y su niño, quiso sostenerla en sus brazos, y después de un tramo no pudo continuar su camino por el gran peso, en aquel lugar se erigiría una Cruz, y donde pidió ayuda/socorro se construyó después la Ermita de Nuestra Señora del Socorro en Güimar. 

Por aquel entonces regresó a la isla un guanche bautizado llamado Antón Guanche, que había vivido en la Península, y la reconoció delante de todos como la Virgen María (la Madre del sustentador del Cielo y la Tierra), y además dio testimonio de su fe cristiana ante el rey Mencey y su corte. Después decidieron llevarla a la Cueva de Achbinico o Ermita de San Blas. En ella se celebró en 1497 la primera Fiesta de las Candelas, dando inicio al culto de esta nueva advocación mariana, coincidiendo con la fiesta de la Purificación de la Virgen.

En 1526 se levantó una capilla en su honor, gracias a los numerosos prodigios de Dios que se obraban a través de la intercesión de la Virgen de la Candelaria. En 1530 la Orden Dominica se hizo cargo de su custodia desde entonces. En 1594 el historiador y religioso Fray Alonso de Espinosa lo plasmó en sus crónicas todos los acontecimientos ocurridos, incluyendo todas las costumbres guanches de la época en el archipiélago canario.

En 1826 ocurrió un devastador huracán que arrasó el templo llevándose mar adentro la primera imagen de la Virgen de la Candelaria, hasta que se decidió realizar una nueva talla obra del escultor Fernando Estévez del Sacramento, que es la imagen actual que conocemos y que veneran a "su morenita" como así la llaman todos sus fieles devotos. 

Años más tarde, el 13 de octubre de 1889, Nuestra Señora de la Candelaria recibió la Coronación Canónica Pontificia de manos del Obispo de Tenerife, y por medio de la bula del gran Papa León XIII, que le concedió este hermoso privilegio. (Coronó al Niño Jesús, a la Virgen, besó su mano y la nombró como "Reina de Canarias"). Convirtiéndose así popularmente, como la mejor embajadora de la tierra que la acogió, y su culto se extendió gracias a la emigración canaria por los diferentes países donde es venerada: Colombia, México, Chile, Bolivia, Estados Unidos, Costa Rica, Uruguay, El Salvador, Venezuela, Ecuador, Guatemala, Panamá, Argentina... otro ejemplo de la Virgen como la mejor embajadora, lo tenemos en Nuestra Señora de Guadalupe en México.

La Basílica y su Real Santuario se encuentran en el municipio de Candelaria, está a 20 km al sur de la Isla de Tenerife. Tiene una hermosa plaza grande abierta al mar donde 9 gigantes guanches de bronce (Conjunto escultórico de los Menceys) la custodian.  

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El Evangelio de Hoy, nos dice:

La Presentación de Jesús en el templo:
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para ofrecerlo al Señor, como está escrito en la ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor, y para ofrecer el sacrificio según lo ordenado en la ley del Señor. Un par de tórtolas o dos pichones. 

Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, justo y piadoso, que esperaba la liberación de Israel: El Espíritu Santo estaba en él, y le había anunciado que no moriría sin ver al mesías del Señor. Movido por el Espíritu fue al templo, y, al entrar los padres con el niño Jesús parra cumplir lo establecido por la ley acerca de él, lo recibió en sus brazos y bendijo a dios diciendo:
Ahora, Señor, puedes dejar morir en paz a tu siervo, por que tu promesa se ha cumplido: Mis ojos han visto al Salvador que has preparado ante todos los pueblos, la luz para iluminar las naciones y gloria de tu pueblo, Israel.

Su padre y su madre estaban admirados delas cosas que decía de él. Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: Este niño está destinado en Israel para que unos caigan y otros se levanten; será signo de contradicción para que sean descubiertos los pensamientos de todos; y a ti una espada te atravesará el corazón. 

Estaba también la profetisa Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada. Se había casado muy joven, y a los siete años de matrimonio había enviudado. Tenía ochenta y cuatro años. Estaba siempre en el templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. Se presentó en aquel mimo momento, y daba gloria a Dios hablando del niño a todos los que esperaban la liberación de Israel.

Cuando cumplieron todas las cosas que mandaba la ley del Señor, regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él. 
(Lucas 2, 22-40)

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¡Cuídate mucho y feliz día de la Virgen de la Candelaria! saludos, Marisa