26 de abril de 2024

Novena al Amor Misericordioso: Venerable Madre Esperanza de Jesús

La Beata Madre Esperanza de Jesús, fue una religiosa murciana que nació en el Siscar - Santomera (Murcia) el 30 de septiembre 1893 y subió a la casa del Padre en Collevalenza - Todi (Italia) el 8 febrero de 1983. 

Fue bautizada con el nombre de María Josefa Alhama Valera. Su familia era pobre, y no pudieron darle una educación básica, por lo que tuvo que ponerse a trabajar desde muy temprana edad sirviendo en la casa de un rico comerciante. Allí fue donde aprendió a leer y escribir gracias a los hijos de su señorito que la enseñaron, mientras trabaja para ellos.

A los 22 años María Josefa (1915) decidió hacerse monja de clausura en "las Hijas del Calvario" de Villena. En 1921 el Obispo de Cartagena, fusionó su convento con la Congregación religiosa de las Misiones Claretianas (Hijas de la Enseñanza de María Inmaculada), durante ese tiempo le ayudó en su formación humana y espiritual. Pasó por varios conventos en Vélez Rubio, Madrid.. hasta que..

En la Navidad de 1930 fundó en Madrid la "Congregación de Esclavos del Amor Misericordioso" y tuvo tanta aceptación, que se expandió por varios lugares de la geografía española para acoger pobres y niños gracias a la ayuda de su gran benefactora y amiga Mª Pilar Arratia. La Madre Esperanza era muy generosa con los más necesitados, y ocurrieron ciertas desavenencias en su entorno (por sus milagros) que la hicieron replantearse su misión en un comedor social de la época, y decidió marcharse a Italia.

Por eso, durante la contienda civil española la Madre Esperanza se marchó a Italia (Roma) en 1936 para cuidar a los pobres y enfermos italianos, una vez allí comenzó la II G. Mundial; se quedó para ayudar y curar a los vulnerables que se habían quedado sin nada. Eran tiempos difíciles y pudo seguir fundando varios conventos italianos con la ayuda de la providencia y de su amiga antes mencionada.

En 1951 fundó otro Convento de los Hijos del Amor Misericordioso para difundir su devoción desde Collevalenza, allí al final sería el lugar donde ella se estableció definitivamente. Miles de peregrinos y devotos lo visitan cada año por el manantial de agua que brota de la montaña de su Santuario.

En 1981 fue visitada por el papa San Juan Pablo II, aún convaleciente, al llegar dijo: "Hemos venido de visita a este santuario porque la Misericordia de Dios: somos deudores de nuestra salud". El papa promulgó la encíclica "Dives in Misericordia" (recoge, analiza, estudia y proclama al mundo que Dios es rico en misericordia, un Padre bueno, el Amor Misericordioso, justo lo mismo que la Madre Esperanza había difundido durante toda su vida). En 1983 ella falleció y descansa en la cripta de su Santuario de Collevalenza. Tras un largo proceso de estudio desde 1988 hasta 2002 en que fue proclamada Venerable por el mismo papa.


Novena al Amor Misericordioso de la V. Madre Esperanza de Jesús


“Novena al Amor Misericordioso
de la Venerable Madre Esperanza de Jesús.
PRIMER DÍA:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración preparatoria (para todos los días)
Jesús mío, grande es mi dolor, viendo que he tenido la desgracia de ofenderte tantas veces, pero Tú con corazón de Padre, no sólo me has perdonado, sino que me invitas a que te pida lo que necesito, con tus palabras: «pedid y recibiréis». Lleno de confianza, me acojo a tu Amor Misericordioso, para que me concedas lo que solicito en esta novena y sobre todo la gracia de reformar mi conducta y en adelante acreditar mi fe con mis obras, viviendo según tus preceptos y arder en el fuego de tu caridad.

Meditación sobre las primeras palabras del Padre nuestro:
Padre. Es el título que corresponde a Dios, porque le debemos el ser natural recibido en la creación; el sobrenatural de la gracia, con el que nos hace hijos adoptivos; y quiere que le llamemos Padre, para que como hijos le amemos, obedezcamos y reverenciemos; y para despertar en nosotros los afectos de amor y confianza de que alcanzaremos lo que le pedimos.

Nuestro. Porque no teniendo Dios más que un Hijo natural, por su infi nita caridad, quiso tener muchos adoptivos a quienes comunicar sus riquezas; y para que teniendo todos el mismo Padre y siendo hermanos, nos amásemos los unos a los otros.

Petición (para todos los días)
Jesús mío, a Ti acudo en esta tribulación. Si Tú quieres usar de tu clemencia con esta miserable criatura tuya, triunfe tu bondad y por tu amor y misericordia perdona mis culpas y aunque indigno de conseguir lo que te pido colma mis deseos, si ha de ser para gloria tuya y bien de mi alma; en tus manos me pongo, haz de mí según te agrade.

(Pidamos la gracia que deseemos obtener en esta Novena).

Plegaria: Jesús mío, sé Tú mi Padre, el guarda y guía en mi peregrinación, para que no sea perturbado, ni yerre el camino que a Ti conduce. Y Tú, Madre mía, que con tus delicadas manos criaste y cuidaste al Buen Jesús, edúcame y ayúdame en el cumplimiento de mis deberes, conduciéndome por las sendas de los mandamientos y di por mí a Jesús: “Recibe a este hijo, yo te lo recomiendo con toda la insistencia de mi maternal corazón”.

🙏 Rezar: Tres Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

JACULATORIA: SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO, TU MISERICORDIA NOS SALVE, TU AMOR MISERICORDIOSO NOS LIBRE DE TODO MAL. AMÉN.

***
SEGUNDO DÍA:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración preparatoria (para todos los días)
Jesús mío, grande es mi dolor, viendo que he tenido la desgracia de ofenderte tantas veces, pero Tú con corazón de Padre, no sólo me has perdonado, sino que me invitas a que te pida lo que necesito, con tus palabras: «pedid y recibiréis». Lleno de confi anza, me acojo a tu Amor Misericordioso, para que me concedas lo que solicito en esta novena y sobre todo la gracia de reformar mi conducta y en adelante acreditar mi fe con mis obras, viviendo según tus preceptos y arder en el fuego de tu caridad.

Meditación sobre las palabras del Padre nuestro: «Que estás en los cielos».
Decimos que estás en los cielos, porque aunque Dios está en todo lugar, como Señor del cielo y de la tierra, la consideración del cielo, nos mueva a amarle con mayor reverencia y viviendo en esta vida como peregrinos, aspiremos a las cosas celestiales.

Petición (para todos los días)
Jesús mío, a Ti acudo en esta tribulación. Si Tú quieres usar de tu clemencia con esta miserable criatura tuya, triunfe tu bondad y por tu amor y misericordia perdona mis culpas y aunque indigno de conseguir lo que te pido colma mis deseos, si ha de ser para gloria tuya y bien de mi alma; en tus manos me pongo, haz de mí según te agrade.

(Pidamos la gracia que deseemos obtener en esta Novena).

Plegaria: Jesús mío, sé que Tú levantas a los caídos, sacas de la cárcel a los presos, no desprecias a ningún afligido y miras con amor y misericordia a todos los necesitados. Por esto, te ruego me oigas, pues estoy necesitado de tratar contigo de la salud de mi alma y de recibir tus saludables consejos. Me espantan mis pecados, Jesús mío, me avergüenzo de mis ingratitudes y desconfianzas; y tengo gran temor del tiempo que me diste para obrar el bien y que yo lo he malgastado, y lo que es peor, ofendiéndote. A Ti, Señor, acudo, que tienes palabras de vida eterna.

🙏 Rezar: Tres Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

JACULATORIA: SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO, TU MISERICORDIA NOS SALVE, TU AMOR MISERICORDIOSO NOS LIBRE DE TODO MAL. AMÉN

***
TERCER DÍA:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración preparatoria (para todos los días)
Jesús mío, grande es mi dolor, viendo que he tenido la desgracia de ofenderte tantas veces, pero Tú con corazón de Padre, no sólo me has perdonado, sino que me invitas a que te pida lo que necesito, con tus palabras: «pedid y recibiréis». Lleno de confianza, me acojo a tu Amor Misericordioso, para que me concedas lo que solicito en esta novena y sobre todo la gracia de reformar mi conducta y en adelante acreditar mi fe con mis obras, viviendo según tus preceptos y arder en el fuego de tu caridad.

Meditación sobre las palabras del Padre nuestro: «Santificado sea tu nombre».
Es lo primero que hemos de desear, lo primero que hemos de pedir en la oración, la intención que debe presidir todas nuestras obras y acciones; que Dios sea conocido, amado, servido y adorado, y a su poder se sujete toda criatura.

Petición (para todos los días)
Jesús mío, a Ti acudo en esta tribulación. Si Tú quieres usar de tu clemencia con esta miserable criatura tuya, triunfe tu bondad y por tu amor y misericordia perdona mis culpas y aunque indigno de conseguir lo que te pido colma mis deseos, si ha de ser para gloria tuya y bien de mi alma; en tus manos me pongo, haz de mí según te agrade.

(Pidamos la gracia que deseemos obtener en esta Novena).

Plegaria: Jesús mío, ábreme las puertas de tu piedad; imprime en mí el sello de tu sabiduría, véame libre de todo afecto no lícito, y haz que yo te sirva con amor, alegría y sinceridad y que confortado con el suave aroma de tu divina palabra y de tus mandamientos, vaya siempre adelantando en virtudes.

🙏 Rezar: Tres Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

JACULATORIA: SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO, TU MISERICORDIA NOS SALVE, TU AMOR MISERICORDIOSO NOS LIBRE DE TODO MAL. AMÉN.

***
CUARTO DÍA:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración preparatoria (para todos los días)
Jesús mío, grande es mi dolor, viendo que he tenido la desgracia de ofenderte tantas veces, pero Tú con corazón de Padre, no sólo me has perdonado, sino que me invitas a que te pida lo que necesito, con tus palabras: «pedid y recibiréis». Lleno de confianza, me acojo a tu Amor Misericordioso, para que me concedas lo que solicito en esta novena y sobre todo la gracia de reformar mi conducta y en adelante acreditar mi fe con mis obras, viviendo según tus preceptos y arder en el fuego de tu caridad.

Meditación sobre las palabras del Padre nuestro: «Venga a nosotros tu reino».
En esta petición pedimos: que venga a nosotros o nos dé el reino de su gracia y de los favores del cielo, como el de los justos; y el reino de la gloria donde El reina pacíficamente con los bienaventurados, y por tanto pedimos también el término del reino del pecado, del demonio y de las tinieblas.

Petición (para todos los días)
Jesús mío, a Ti acudo en esta tribulación. Si Tú quieres usar de tu clemencia con esta miserable criatura tuya, triunfe tu bondad y por tu amor y misericordia perdona mis culpas y aunque indigno de conseguir lo que te pido colma mis deseos, si ha de ser para gloria tuya y bien de mi alma; en tus manos me pongo, haz de mí según te agrade.

(Pidamos la gracia que deseemos obtener en esta Novena).

Plegaria: Señor, ten misericordia de mí y hazme a la medida de tu corazón. Ten misericordia de mí, Dios mío, y líbrame de todo lo que me impide llegar a Ti, y haz que en la hora de mi muerte, no oiga mi alma una sentencia terrible, sino las saludables palabras de tu voz: «Ven, bendito de mi Padre» y alégrese mi alma con la vista de tu rostro.

🙏 Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

JACULATORIA: SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO, TU MISERICORDIA NOS SALVE, TU AMOR MISERICORDIOSO NOS LIBRE DE TODO MAL. AMÉN.

***
QUINTO DÍA:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración preparatoria (para todos los días)
Jesús mío, grande es mi dolor, viendo que he tenido la desgracia de ofenderte tantas veces, pero Tú con corazón de Padre, no sólo me has perdonado, sino que me invitas a que te pida lo que necesito, con tus palabras: «pedid y recibiréis». Lleno de confianza, me acojo a tu Amor Misericordioso, para que me concedas lo que solicito en esta novena y sobre todo la gracia de reformar mi conducta y en adelante acreditar mi fe con mis obras, viviendo según tus preceptos y arder en el fuego de tu caridad.

Meditación sobre las palabras del Padre nuestro: «Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo». Aquí pedimos, que la voluntad de Dios se haga en todas las criaturas con perseverancia y fortaleza, con pureza y perfección, y cumplirla por cualquier modo y vía que se conozca.

Petición (para todos los días)
Jesús mío, a Ti acudo en esta tribulación. Si Tú quieres usar de tu clemencia con esta miserable criatura tuya, triunfe tu bondad y por tu amor y misericordia perdona mis culpas y aunque indigno de conseguir lo que te pido colma mis deseos, si ha de ser para gloria tuya y bien de mi alma; en tus manos me pongo, haz de mí según te agrade.

(Pidamos la gracia que deseemos obtener en esta Novena).

Plegaria: Dame, Jesús mío, una fe viva y haz que cumpla fielmente tus divinos mandamientos, y que lleno mi corazón de tu amor y caridad, corra por el camino de tus preceptos. Hazme gustar la suavidad de tu Espíritu y tener hambre de cumplir tu divina voluntad, para que siempre te sea acepto y agradable mi pobre servicio. Bendígame, Jesús mío, la Omnipotencia del Padre. Bendígame tu Sabiduría. Deme su bendición la benignísima caridad del Espíritu Santo y me guarde para la vida eterna.

🙏 Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

JACULATORIA: SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO, TU MISERICORDIA NOS SALVE, TU AMOR MISERICORDIOSO NOS LIBRE DE TODO MAL. AMÉN.

***
SEXTO DÍA:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración preparatoria (para todos los días)
Jesús mío, grande es mi dolor, viendo que he tenido la desgracia de ofenderte tantas veces, pero Tú con corazón de Padre, no sólo me has perdonado, sino que me invitas a que te pida lo que necesito, con tus palabras: «pedid y recibiréis». Lleno de confianza, me acojo a tu Amor Misericordioso, para que me concedas lo que solicito en esta novena y sobre todo la gracia de reformar mi conducta y en adelante acreditar mi fe con mis obras, viviendo según tus preceptos y arder en el fuego de tu caridad.

Meditación sobre las palabras del Padre nuestro: «El pan nuestro de cada día dánosle hoy».
Aquí pedimos, el Pan excelentísimo que es el Santísimo Sacramento; el sustento ordinario de nuestra alma, que es la gracia; los Sacramentos y las inspiraciones del cielo. El sustento necesario para conservar la vida del cuerpo, la cual debe procurarse con moderación.Llamamos nuestro el Pan Eucarístico, porque se ordena a nuestra necesidad y porque nuestro Redentor se nos da a Sí mismo en la Comunión. De cada día le llamamos, para demostrar la dependencia ordinaria que de Dios tenemos en todo, en cuerpo y alma, en cada hora y en cada momento. Diciendo dánosle hoy, ejercitamos un acto de caridad, pidiendo para todos los hombres y sin ambiciones del mañana.

Petición (para todos los días)
Jesús mío, a Ti acudo en esta tribulación. Si Tú quieres usar de tu clemencia con esta miserable criatura tuya, triunfe tu bondad y por tu amor y misericordia perdona mis culpas y aunque indigno de conseguir lo que te pido colma mis deseos, si ha de ser para gloria tuya y bien de mi alma; en tus manos me pongo, haz de mí según te agrade.

(Pidamos la gracia que deseemos obtener en esta Novena).

Plegaria: Jesús mío, Tú que eres fuente de vida, dame a beber del agua viva que mana de Ti mismo, para que gustando de Ti, no tenga sed más que de Ti; anégame todo en el abismo de tu amor y misericordia y renuévame con tu Preciosísima Sangre, con la cual me has rescatado; lávame con el agua de tu santísimo costado todas las manchas, con que afeé la hermosa vestidura de la inocencia que me diste en el bautismo.Lléname, Jesús mío, de tu Santo Espíritu y poséeme limpio de cuerpo y alma.

🙏 Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

JACULATORIA: SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO, TU MISERICORDIA NOS SALVE, TU AMOR MISERICORDIOSO NOS LIBRE DE TODO MAL. AMÉN.

***
SÉPTIMO DÍA:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración preparatoria (para todos los días)
Jesús mío, grande es mi dolor, viendo que he tenido la desgracia de ofenderte tantas veces, pero Tú con corazón de Padre, no sólo me has perdonado, sino que me invitas a que te pida lo que necesito, con tus palabras: «pedid y recibiréis». Lleno de confianza, me acojo a tu Amor Misericordioso, para que me concedas lo que solicito en esta novena y sobre todo la gracia de reformar mi conducta y en adelante acreditar mi fe con mis obras, viviendo según tus preceptos y arder en el fuego de tu caridad.

Meditación sobre las palabras del Padre nuestro: «Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores».
Pedimos a Dios nos perdone nuestras deudas, éstas son: los pecados y las penas debidas por ellos, pena enorme que nunca podremos pagar, sino con la sangre del Buen Jesús, con los talentos de gracia y naturaleza que hemos recibido de Dios y todo lo que somos y tenemos.

Y nos comprometemos en esta petición a perdonar a nuestros prójimos las deudas que tienen con nosotros, no vengándonos sino olvidándolas, como son las injurias y ofensas que nos han hecho; y respecto a esto, Dios pone en nuestras manos el juicio que se ha de hacer de nosotros; pues si perdonamos, nos perdonará y si no perdonamos a los demás, no nos perdonará El.

Petición (para todos los días)
Jesús mío, a Ti acudo en esta tribulación. Si Tú quieres usar de tu clemencia con esta miserable criatura tuya, triunfe tu bondad y por tu amor y misericordia perdona mis culpas y aunque indigno de conseguir lo que te pido colma mis deseos, si ha de ser para gloria tuya y bien de mi alma; en tus manos me pongo, haz de mí según te agrade.

(Pidamos la gracia que deseemos obtener en esta Novena).

Plegaria: Jesús mío, sé que Tú llamas a todos sin excepción, habitas en los humildes, amas a los que te aman, juzgas la causa del pobre, te compadeces de todos y nada odias de cuanto tu poder creó; disimulas las faltas de todos los hombres y los aguardas a penitencia, y recibes al pecador con amor y misericordia. Ábreme también a mí, Señor, el manantial de la vida; concédeme el perdón y aniquila en mí todo cuanto se opone a tu divina ley.

🙏 Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

JACULATORIA: SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO, TU MISERICORDIA NOS SALVE, TU AMOR MISERICORDIOSO NOS LIBRE DE TODO MAL. AMÉN.

***
OCTAVO DÍA:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración preparatoria (para todos los días)
Jesús mío, grande es mi dolor, viendo que he tenido la desgracia de ofenderte tantas veces, pero Tú con corazón de Padre, no sólo me has perdonado, sino que me invitas a que te pida lo que necesito, con tus palabras: «pedid y recibiréis». Lleno de confianza, me acojo a tu Amor Misericordioso, para que me concedas lo que solicito en esta novena y sobre todo la gracia de reformar mi conducta y en adelante acreditar mi fe con mis obras, viviendo según tus preceptos y arder en el fuego de tu caridad.

Meditación sobre las palabras del Padre nuestro: «No nos dejes caer en la tentación».
Al pedir al Señor que no nos deje caer en la tentación, reconocemos que El permite la tentación para nuestro provecho; nuestra flaqueza para vencerla; la fortaleza divina para nuestra victoria y que el Señor no niega su gracia a nadie, que hace lo que está de su parte, para vencer a nuestros poderosos enemigos. Con pedir: “No nos dejes caer en la tentación”, pedimos no contraer nuevas deudas, sobre las contraídas.

Petición (para todos los días)
Jesús mío, a Ti acudo en esta tribulación. Si Tú quieres usar de tu clemencia con esta miserable criatura tuya, triunfe tu bondad y por tu amor y misericordia perdona mis culpas y aunque indigno de conseguir lo que te pido colma mis deseos, si ha de ser para gloria tuya y bien de mi alma; en tus manos me pongo, haz de mí según te agrade.

(Pidamos la gracia que deseemos obtener en esta Novena).

Plegaria: Jesús mío, sé Tú el amparo y consuelo de mi alma, sírveme de defensa en toda tentación y cúbreme con el escudo de tu verdad. Sé mi compañero y mi esperanza, defensa y protección contra todos los peligros de alma y cuerpo. Guíame en el extenso mar de este mundo y dígnate consolarme en esta tribulación.Sírvame de segurísimo puerto el abismo de tu amor y misericordia, y así podré verme libre de las tramas del demonio.

🙏 Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

JACULATORIA: SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO, TU MISERICORDIA NOS SALVE, TU AMOR MISERICORDIOSO NOS LIBRE DE TODO MAL. AMÉN.

***
NOVENO DÍA:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración preparatoria (para todos los días)
Jesús mío, grande es mi dolor, viendo que he tenido la desgracia de ofenderte tantas veces, pero Tú con corazón de Padre, no sólo me has perdonado, sino que me invitas a que te pida lo que necesito, con tus palabras: «pedid y recibiréis». Lleno de confianza, me acojo a tu Amor Misericordioso, para que me concedas lo que solicito en esta novena y sobre todo la gracia de reformar mi conducta y en adelante acreditar mi fe con mis obras, viviendo según tus preceptos y arder en el fuego de tu caridad.

Meditación sobre las palabras del Padre nuestro: «Mas líbranos del mal. Amén».
Pedimos que Dios nos libre de todo mal, es decir: de males de alma y cuerpo, eternos y temporales, pasados, presentes y futuros; pecados, vicios y pasiones desordenadas; malas inclinaciones, espíritu de ira y soberbia.Y lo pedimos por el Amén, con vehemencia, afecto y confianza, puesto que Dios quiere y manda que lo pidamos así.

Petición (para todos los días)
Jesús mío, a Ti acudo en esta tribulación. Si Tú quieres usar de tu clemencia con esta miserable criatura tuya, triunfe tu bondad y por tu amor y misericordia perdona mis culpas y aunque indigno de conseguir lo que te pido colma mis deseos, si ha de ser para gloria tuya y bien de mi alma; en tus manos me pongo, haz de mí según te agrade.

(Pidamos la gracia que deseemos obtener en esta Novena).

Plegaria: Jesús mío, lávame con la Sangre de tu divino costado y vuélveme limpio a la vida de tu gracia. Entra, Señor, en mi vil aposento y descansa conmigo; acompáñame en el peligroso camino que recorro para que no me pierda. Alienta, Señor, la flaqueza de mi espíritu y consuela las angustias de mi corazón, diciéndome que, por tu misericordia, no dejarás de amarme un momento y que siempre estarás conmigo.

🙏 Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

JACULATORIA: SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO, TU MISERICORDIA NOS SALVE, TU AMOR MISERICORDIOSO NOS LIBRE DE TODO MAL. AMÉN.

***

El Evangelio de hoy, nos dice:
Misión de los discípulos en la tierra:
Vosotros soy sal de la tierra; pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Para nada se aprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres.
Vosotros sois la luz del mundo. No pueden ocultarse una ciudad asentada sobre un monte; ni se encienda de una lámpara y se la pone debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos hay en la casa. Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que viendo vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos. (Mateo 5, 13-16)





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31 de marzo de 2024

Domingo de Resurrección 2024

¡Feliz Domingo: Pascua de Resurrección 2024 a todos! Confío en que hayáis pasado una buena Semana Santa, por mi parte la he seguido a diario ayudada con el libro "Las 24 Horas de la Pasión" y así pude acompañar a Nuestro Señor Jesús y nuestra Madre Santísima en su dolorosa Pasión. 

Por otra parte, también me ha dado tiempo de estrenar mi nueva "Sagrada Biblia" (me encanta con sus ilustraciones, grabados y tipografías antiguas), es una reproducción idéntica a "la primera Biblia española 1944" traducida directamente del griego y hebreo (buscando bien, la compré a su precio real). Porque la venden "en varios sitios", el precio se dispara una barbaridad, y no la hubiera comprado.

Dios siempre tiene cosas buenas para nosotros para nuestro crecimiento espiritual, y agradecida infinitamente por propiciar su adquisición, ya que mi primera Biblia la compré en 2013, comenzó por despegarse las portadas de plástico; después pasado un tiempo y su uso diario se le despegaron las hojas del interior, (por ser encuadernada con cola en el lomo) y ya en 2023 estaba pidiendo a gritos una nueva, lo que nunca me hubiera imaginado que la próxima fuera toda una (señora Biblia, muy bien encuadernada "cosida al lomo"). Su tamaño es más grande que la anterior y me facilita su lectura.

Estaba pensando desde hace pocos meses comprar una nueva y no sabía cuál, y se me presentó la oportunidad cuando escuché a un sacerdote recomendarla, por encima de otras posteriores como la "Biblia de Jerusalén", así que ahora disfruto mejor de la "Palabra de Dios". También me dado cuenta, que los textos del Santo Evangelio, cambian de un editor a otro. (Prefiero aprender desde los textos originales)

Nota: Antes de comprar una Biblia fijarse bien como está encuadernada, que las portadas sean de tapa dura, no de plástico (con el calor del verano, el pegamento cede y se deteriora más rápidamente) por mi experiencia, merece adquirir un buen ejemplar de calidad que otro que se rompe con facilidad y sale caro a largo plazo.

 

¡Feliz Pascua! Jesús Resucitado en su capilla de San Patricio en Lorca.


El Evangelio de Hoy, nos dice:
La Magdalena encuentra removida la piedra: El día primero de la semana, María Magdalena vino de madrugada, cuando aún era de noche, al monumento, y vio la piedra quitada del monumento. Corrió, pues, y vino a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús amaba, les dijo: han quitado al Señor del monumento y no sabemos donde lo han puesto.

Comprobación por Pedro y Juan: Salió pues, Pedro y con él otro discípulo, y fueron al monumento. ambos corrían, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al monumento, e inclinándose vió las bandas; sin embargo, no entró. Llegó pues, Simón Pedro después de él, y entró en el monumento, y vió las fajas allí colocadas, y el sudario que estaba sobre su cabeza, no puesto con las fajas, sino envuelto en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que vino primero al monumento, y vió y creyó; porque aún no se habían dado cuenta de la Escritura, según la cual era preciso que Él resucitase de entre los muertos. 
(San Juan 20, 1-9) 

***

Nunca olvides de rezar el Santo Rosario cada día, 
nuestra Madre Santísima os lo pide, 
para vuestra protección y ayuda en momentos difíciles o
de agradecimiento por una bendición recibida por su intercesión.🙏


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24 de marzo de 2024

Domingo de Ramos y Pasión de Nuestro Señor

¡Feliz Domingo de Ramos 2024! 🌿🌿. Acompañemos a Jesús en cada Semana Santa, si de verdad lo amáis, no lo dejéis sólo en su Pasión, como lo dejaron solo los apóstoles en el Huerto de Getsemaní. Necesita de nosotros en estos momentos, al igual que Él nunca nos deja solos y nos socorre en las situaciones difíciles, y puedo dar testimonio real de ello, de su mano poderosa y misericordiosa. 
Bendito y Alabado seas por siempre Señor! 🙏🙏🙏


Feliz Domingo de Ramos y Pasión de Nuestro Señor!

Os pongo aquí, otros hermosos post sobre la Semana Santa, que publiqué anteriormente, y os pueda ayudar a entender su significado (Pasión) (Vía Crucis) en nuestro camino cristiano. También una pequeña muestra de bordados religiosos sobre mantos de terciopelo.


El Evangelio de Hoy, nos dice:
Faltaban dos días para la fiesta de Pascua y de los panes Ácimos. Los sumos sacerdotes y los escribas andaban buscando una manera de apresar a Jesús a traición y darle muerte, pero decían: “No durante las fiestas, porque el pueblo podría amotinarse”.
 
Estando Jesús sentado a la mesa, en casa de Simón el leproso, en Betania, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro; quebró el frasco y derramó el perfume en la cabeza de Jesús. Algunos comentaron indignados: “¿A qué viene este derroche de perfume? Podía haberse vendido por más de trescientos denarios para dárselos a los pobres”. Y criticaban a la mujer; pero Jesús replicó: “Déjenla. ¿Por qué la molestan? Lo que ha hecho conmigo está bien, porque a los pobres los tienen siempre con ustedes y pueden socorrerlos cuando quieran; pero a mí no me tendrán siempre. Ella ha hecho lo que podía. Se ha adelantado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. Yo les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique el Evangelio, se recordará también en su honor lo que ella ha hecho conmigo”.
 
Judas Iscariote, uno de los Doce, se presentó a los sumos sacerdotes para entregarles a Jesús. Al oírlo, se alegraron y le prometieron dinero; y él andaba buscando una buena ocasión para entregarlo.
 
El primer día de la fiesta de los panes Ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos: “¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?” Él les dijo a dos de ellos: “Vayan a la ciudad. Encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo y díganle al dueño de la casa en donde entre: ‘El Maestro manda preguntar: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?’ Él les enseñará una sala en el segundo piso, arreglada con divanes. Prepárennos allí la cena”. Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
 
Al atardecer, llegó Jesús con los Doce. Estando a la mesa, cenando, les dijo: “Yo les aseguro que uno de ustedes, uno que está comiendo conmigo, me va a entregar”. Ellos, consternados, empezaron a preguntarle uno tras otro: “¿Soy yo?” Él respondió: “Uno de los Doce; alguien que moja su pan en el mismo plato que yo. El Hijo del hombre va a morir, como está escrito: pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre! ¡Más le valiera no haber nacido!”
 
Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: “Tomen: esto es mi cuerpo”. Y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias, se la dio, todos bebieron y les dijo: “Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios”.
 
Después de cantar el himno, salieron hacia el monte de los Olivos y Jesús les dijo: “Todos ustedes se van a escandalizar por mi causa, como está escrito: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas; pero cuando resucite, iré por delante de ustedes a Galilea”. Pedro replicó: “Aunque todos se escandalicen, yo no”. Jesús le contestó: “Yo te aseguro que hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante dos veces, tú me negarás tres”. Pero él insistía: “Aunque tenga que morir contigo, no te negaré”. Y los demás decían lo mismo.
 
Fueron luego a un huerto, llamado Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: “Siéntense aquí mientras hago oración”. Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan; empezó a sentir terror y angustia, y les dijo: “Tengo el alma llena de una tristeza mortal. Quédense aquí, velando”. Se adelantó un poco, se postró en tierra y pedía que, si era posible, se alejara de él aquella hora. Decía: “Padre, tú lo puedes todo: aparta de mí este cáliz. Pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres”.
 
Volvió a donde estaban los discípulos, y al encontrarlos dormidos, dijo a Pedro: “Simón, ¿estás dormido? ¿No has podido velar ni una hora? Velen y oren, para que no caigan en la tentación. El espíritu está pronto, pero la carne es débil”. De nuevo se retiró y se puso a orar, repitiendo las mismas palabras. Volvió y otra vez los encontró dormidos, porque tenían los ojos cargados de sueño; por eso no sabían qué contestarle. Él les dijo: “Ya pueden dormir y descansar. ¡Basta! Ha llegado la hora. Miren que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levántense! ¡Vamos! Ya está cerca el traidor”.
 
Todavía estaba hablando, cuando se presentó Judas, uno de los Doce, y con él, gente con espadas y palos, enviada por los sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les había dado una contraseña, diciéndoles: “Al que yo bese, ése es. Deténganlo y llévenselo bien sujeto”. Llegó, se acercó y le dijo: “Maestro”. Y lo besó. Ellos le echaron mano y lo apresaron. Pero uno de los presentes desenvainó la espada y de un golpe le cortó la oreja a un criado del sumo sacerdote. Jesús tomó la palabra y les dijo: “¿Salieron ustedes a apresarme con espadas y palos, como si se tratara de un bandido? Todos los días he estado entre ustedes, enseñando en el templo y no me han apresado. Pero así tenía que ser para que se cumplieran las Escrituras”. Todos lo abandonaron y huyeron. Lo iba siguiendo un muchacho, envuelto nada más con una sábana y lo detuvieron; pero él soltó la sábana y se les escapó desnudo. 

Condujeron a Jesús a casa del sumo sacerdote y se reunieron todos los pontífices, los escribas y los ancianos. Pedro lo fue siguiendo de lejos, hasta el interior del patio del sumo sacerdote y se sentó con los criados, cerca de la lumbre, para calentarse.

Los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno, buscaban una acusación contra Jesús para condenarlo a muerte y no la encontraban. Pues, aunque muchos presentaban falsas acusaciones contra él, los testimonios no concordaban. Hubo unos que se pusieron de pie y dijeron: “Nosotros lo hemos oído decir: ‘Yo destruiré este templo, edificado por hombres, y en tres días construiré otro, no edificado por hombres’ ”. Pero ni aun en esto concordaba su testimonio. Entonces el sumo sacerdote se puso de pie y le preguntó a Jesús: “¿No tienes nada que responder a todas esas acusaciones?” Pero él no le respondió nada. El sumo sacerdote le volvió a preguntar: “¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios bendito?” Jesús contestó: “Sí lo soy. Y un día verán cómo el Hijo del hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y cómo viene entre las nubes del cielo”. El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras exclamando: “¿Qué falta hacen ya más testigos? Ustedes mismos han oído la blasfemia. ¿Qué les parece?” Y todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirle, y tapándole la cara, lo abofeteaban y le decían: “Adivina quién fue”, y los criados también le daban de bofetadas.

Mientras tanto, Pedro estaba abajo, en el patio. Llegó una criada del sumo sacerdote, y al ver a Pedro calentándose, lo miró fijamente y le dijo: “Tú también andabas con Jesús Nazareno”. Él lo negó, diciendo: “Ni sé ni entiendo lo que quieres decir”. Salió afuera hacia el zaguán, y un gallo cantó. La criada, al verlo, se puso de nuevo a decir a los presentes: “Ése es uno de ellos”. Pero él lo volvió a negar. Al poco rato, también los presentes dijeron a Pedro: “Claro que eres uno de ellos, pues eres galileo”. Pero él se puso a echar maldiciones y a jurar: “No conozco a ese hombre del que hablan”. En seguida cantó el gallo por segunda vez. Pedro se acordó entonces de las palabras que le había dicho Jesús: ‘Antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres’, y rompió a llorar.

Luego que amaneció, se reunieron los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y el sanedrín en pleno, para deliberar. Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Éste le preguntó: “¿Eres tú el rey de los judíos?” Él respondió: “Sí lo soy”. Los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo: “¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan”. Jesús ya no le contestó nada, de modo que Pilato estaba muy extrañado.

Durante la fiesta de Pascua, Pilato solía soltarles al preso que ellos pidieran. Estaba entonces en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en un motín. Vino la gente y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les dijo: “¿Quieren que les suelte al rey de los judíos?” Porque sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato les volvió a preguntar: “¿Y qué voy a hacer con el que llaman rey de los judíos?” Ellos gritaron: “¡Crucifícalo!” Pilato les dijo: “Pues ¿qué mal ha hecho?” Ellos gritaron más fuerte: “¡Crucifícalo!” Pilato, queriendo dar gusto a la multitud, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de mandarlo azotar, lo entregó para que lo crucificaran.

Los soldados se lo llevaron al interior del palacio, al pretorio, y reunieron a todo el batallón. Lo vistieron con un manto de color púrpura, le pusieron una corona de espinas que habían trenzado y comenzaron a burlarse de él, dirigiéndole este saludo: “¡Viva el rey de los judíos!” Le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminadas las burlas, le quitaron aquel manto de color púrpura, le pusieron su ropa y lo sacaron para crucificarlo.

Entonces forzaron a cargar la cruz a un individuo que pasaba por ahí de regreso del campo, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir “lugar de la Calavera”). Le ofrecieron vino con mirra, pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echando suertes para ver qué le tocaba a cada uno.

Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: “El rey de los judíos”. Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: Fue contado entre los malhechores.

Los que pasaban por ahí lo injuriaban meneando la cabeza y gritándole: “¡Anda! Tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo y baja de la cruz”. Los sumos sacerdotes se burlaban también de él y le decían: “Ha salvado a otros, pero a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos”. Hasta los que estaban crucificados con él también lo insultaban.

Al llegar el mediodía, toda aquella tierra se quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde. Y a las tres, Jesús gritó con voz potente: “Eloí, Eloí, ¿lemá sabactaní?” (que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?). Algunos de los presentes, al oírlo, decían: “Miren, está llamando a Elías”. Uno corrió a empapar una esponja en vinagre, la sujetó a un carrizo y se la acercó para que bebiera, diciendo: “Vamos a ver si viene Elías a bajarlo”. Pero Jesús, dando un fuerte grito, expiró.

🙏 (Aquí todos se arrodillan y guardan silencio por unos instantes) 🙏

Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba a abajo. El oficial romano que estaba frente a Jesús, al ver cómo había expirado, dijo: “De veras este hombre era Hijo de Dios”.

Había también ahí unas mujeres que estaban mirando todo desde lejos; entre ellas, María Magdalena, María (la madre de Santiago el menor y de José) y Salomé, que cuando Jesús estaba en Galilea, lo seguían para atenderlo; y además de ellas, otras muchas que habían venido con él a Jerusalén.

Al anochecer, como era el día de la preparación, víspera del sábado, vino José de Arimatea, miembro distinguido del sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios. Se presentó con valor ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se extrañó de que ya hubiera muerto, y llamando al oficial, le preguntó si hacía mucho tiempo que había muerto. Informado por el oficial, concedió el cadáver a José. Éste compró una sábana, bajó el cadáver, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro excavado en una roca y tapó con una piedra la entrada del sepulcro. María Magdalena y María, la madre de José, se fijaron en dónde lo ponían. 
(Marcos 14, 1-15 47)



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16 de marzo de 2024

Triduo a San José por los pobres, enfermos y moribundos

El próximo martes 19 de marzo celebraremos el Día de San José de Nazaret (Día del Padre), y por ello os comparto estas oraciones que se rezan durante tres días seguidos, llamados Triduo, para todas aquellas necesitadas de la misericordia de nuestro Padre: pobres, enfermos y moribundos.


Triduo a San José por los pobres, enfermos y moribundos


1) Primer día:
Comenzamos haciéndonos la Señal de la Cruz

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, 
líbranos Señor Dios nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo 
y del Espíritu Santo. Amén

Oración inicial:
Oh glorioso San José, Esposo de la María, Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre le confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra a la Sagrada Familia. Protégenos también a nosotros, a toda la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos la gracia de no apartarnos de Dios y de sentir siempre un sincero amor y devoción a Jesús y María.

Letanías a San José:
- José, Ilustre descendiente de David; Ruega por nosotros.
- José, Luz de los patriarcas; Ruega por nosotros.
- José, Esposo de la Madre de Dios. ( "       "      "     repetir lo mismo).
- José, Custodio del Redentor; ( " ).
- José, Custodio purísimo de la Virgen. ( " ).
- José, Diligente defensor de Cristo. ( " ).
- José, Servidor de Cristo. ( " ).
- José, Ministro de la salvación. ( " ).
- José, Cabeza de la Sagrada Familia. ( " ).

Oración de intercesión para todos los días:
Oh, San José cuya protección es tan grande, fuerte e inmediata ante Dios, a ti confío todas mis intenciones y deseos. Ayúdame, San José, con tu intercesión, a obtener la gracia que te pido en estos días.

🙏 Rezar Padrenuestro, Ave María  y Gloria)

Reflexión:
Nuestro Patriarca San José fue el esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús. Dios Padre nunca se equivoca, y supo elegir a quienes cuidarían bien lo más preciado de su Amor, "el Amor de los Amores", su divino Hijo. 

Oración Final:
Oh, Dios, que con infalible providencia elegiste a San José como esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concédenos que merezcamos tener como intercesor en el cielo al que veneramos como protector en la tierra. Tú, que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén.

Te pedimos padre misericordioso que intercedas por todos ellos: 
Mansísimo padre de los pobres, enfermos y moribundos; y por nosotros cuando nos hallemos en su aflictiva situación. Derrama sobre los corazones lacerados el bálsamo de la santa confianza en Dios; ahuyenta de ellos el negro demonio de la desesperación. Amén

***

2) Segundo día:
Comenzamos haciéndonos la Señal de la Cruz

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, 
líbranos Señor Dios nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo 
y del Espíritu Santo. Amén

Letanías a San José:
- José, Espejo de paciencia; Ruega por nosotros.
- José, Amante de la pobreza; Ruega por nosotros.
- José, Modelo de trabajador. ( "       "      "     repetir lo mismo).
- José, Modelo de la vida doméstica; ( " ).
- José, Custodio de las vírgenes. ( " ).
- José, Apoyo en las dificultades. ( " ).
- José, Columna de la familia. ( " ).
- José, Consuelo de los desdichados. ( " ).

Oración de intercesión para todos los días:
Oh, San José cuya protección es tan grande, fuerte e inmediata ante Dios, a ti confío todas mis intenciones y deseos. Ayúdame, San José, con tu intercesión, a obtener la gracia que te pido en estos días.

🙏 Rezar PadrenuestroAve María  y Gloria)

Reflexión:
Humilde José, que confió en las palabras del ángel que le habló en sueños para que no despreciara a María, supo discernir con sabiduría en su corazón la Voluntad de Dios.

Oración Final:
Oh, Dios, que con infalible providencia elegiste a San José como esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concédenos que merezcamos tener como intercesor en el cielo al que veneramos como protector en la tierra. Tú, que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén.

Te pedimos padre misericordioso que intercedas por todos ellos: 
Mansísimo padre de los pobres, enfermos y moribundos; y por nosotros cuando nos hallemos en su aflictiva situación. Derrama sobre los corazones lacerados el bálsamo de la santa confianza en Dios; ahuyenta de ellos el negro demonio de la desesperación. Amén

***

3) Tercer día:
Comenzamos haciéndonos la Señal de la Cruz

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, 
líbranos Señor Dios nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo 
y del Espíritu Santo. Amén

Letanías a San José:
- José, casto esposo de María; Ruega por nosotros.
- José, Esperanza de los enfermos; Ruega por nosotros.
- José, Patrono de los exiliados. ( "       "      "     repetir lo mismo).
- José, Patrono de los afligidos; ( " ).
- José, Patrono de los pobres. ( " ).
- José, Patrono de los moribundos. ( " ).
- José, Terror de los demonios. ( " ).
- José, Protector de la Santa Iglesia. ( " ).

Oración de intercesión para todos los días:
Oh, San José cuya protección es tan grande, fuerte e inmediata ante Dios, a ti confío todas mis intenciones y deseos. Ayúdame, San José, con tu intercesión, a obtener la gracia que te pido en estos días.

🙏 Rezar PadrenuestroAve María  y Gloria)

Reflexión:
José trabajador, hombre responsable, justo y el mejor ejemplo de padre de familia, que se preocupó en todo momento por el bienestar y sustento de su familia. Nunca permitió que María trabajara fuera del hogar, aunque ella tejía a diario sobre telar de madera, y podía tejer encargos ganando unos denarios extra. (este detalle de la vida diaria de la Sagrada Familia, fue revelado en privado, en los escritos de una mística-católica italiana durante el siglo XX)

Oración Final:
Oh, Dios, que con infalible providencia elegiste a San José como esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concédenos que merezcamos tener como intercesor en el cielo al que veneramos como protector en la tierra. Tú, que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén.

Te pedimos padre misericordioso que intercedas por todos ellos: 
Mansísimo padre de los pobres, enfermos y moribundos; y por nosotros cuando nos hallemos en su aflictiva situación. Derrama sobre los corazones lacerados el bálsamo de la santa confianza en Dios; ahuyenta de ellos el negro demonio de la desesperación. Amén

***

El Evangelio de Hoy nos dice:
Al escuchar estas palabras, algunos de entre la gente decían: Este es verdaderamente un profeta. Y otros: Este es el mesías. Otros, por el contrario: ¿Es que el mesías puede venir de Galilea? ¿No dice la Escritura que el mesías tiene que venir de la estirpe de David y de Belén, el pueblito donde era David? Así pues, acerca de él había entre la gente división de opiniones. Y algunos querían prenderlo, pero nadie le puso las manos sobre él.

Los guardias volvieron sin él. Los fariseos y los sumos sacerdotes les dijeron: ¿Por qué no lo habéis traído? Los guardias respondieron: Nadie habló jamás como habla este hombre. Los fariseos les dijeron: ¿También vosotros os habéis dejado engañar? ¿Ha creído acaso en él algún jefe o algún fariseo? Esa gente que no conoce la ley son unos malditos.

Uno de ellos Nicodemo, que había ido a él anteriormente, les dijo: ¿Es que nuestra ley permite condenar a alguien sin haberlo escuchado y sin saber qué ha hecho? Y le contestaron: ¿También tú eres de Galilea? Investiga y verás que de Galilea no puede salir ningún profeta. Y cada uno se fue a su casa.  (Juan, 7, 40-53)

                                                                                ***

Otras oraciones del mismo Patriarca que te pueden interesar: Protección hogar y Protección familia


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11 de marzo de 2024

Caminata a la Virgen de la Encarnación

Próximamente celebraremos (día 25 marzo) la Encarnación de Jesús en nuestra Madre Santísima, y por eso os aviso con tiempo para que vayan preparándose todas aquellas personas que quieran "pedir por su salud", os comparto esta "oración católica de intercesión" llamada "Caminata a la Virgen de la Encarnación".

Y porqué se llama así, por que mientras se rezan las oraciones a la Virgen, vamos caminando. Se realiza desde el 25 de marzo al 25 de diciembre de 2024, rezando cada día, hasta completar los 9 meses que dura esta Caminata. Así, también de esta manera, acompañamos al Niño Jesús y María en su Encarnación.

Capilla de Nuestra Señora en la ex-colegiata de San Patricio, Lorca.


"Caminata a la Virgen de la Encarnación":

🙏 Comenzamos rezando la Salve:
Dios te salve Reina y Madre de Misericordia, 
vida dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve, 
a ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos, 
gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.

Ea pues, Señora abogada nuestra, 
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, 
y después de este destierro, muéstranos a Jesús, 
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima!, ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, 
para que seamos dignos de alcanzar 
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Oramos:
Oh Virgen de la Encarnación, mil veces te saludamos,
mil parabienes te damos, por el gozo que tuviste 
cuando Dios en ti se encarnó, porque eres tan piadosa
¡Oh Virgen y Madre de Dios!, concédeme lo que te pido: 
"Por AMOR de DIOS", "Por AMOR de DIOS".

(se medita lo orado y se le pide la primera gracia que tú deseas..)

🙏Volvemos a rezar la segunda Salve (como la oración anterior)
Oramos:
Oh Virgen de la Encarnación, mil veces te saludamos,
mil parabienes te damos, por el gozo que tuviste 
cuando Dios en ti se encarnó, porque eres tan piadosa
¡Oh Virgen y Madre de Dios!, concédeme lo que te pido: 
"Por AMOR de DIOS", "Por AMOR de DIOS".

(se medita lo orado y se le pide la segunda gracia que tú deseas..)

🙏Volvemos a rezar la tercera Salve (como la oración anterior)
Oramos:
Oh Virgen de la Encarnación, mil veces te saludamos,
mil parabienes te damos, por el gozo que tuviste 
cuando Dios en ti se encarnó, porque eres tan piadosa
¡Oh Virgen y Madre de Dios!, concédeme lo que te pido: 
"Por AMOR de DIOS", "Por AMOR de DIOS".

(se medita lo orado y se le pide la tercera gracia que tú deseas..)

Oración final:
Acordaos Oh piadosísima Virgen María que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a vos acudo, Oh Virgen de la Encarnación. Madre de mi Señor Jesucristo y gimiendo bajo el peso de mis pecados, me  atrevo a comparecer ante vos, Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas misericordiosamente, Oh Madre mía, por el Misterio de tu Santísima Encarnación y "Por AMOR de DIOS", Amén

Dios Padre Misericordioso, que con la cooperación del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo el alma de la gloriosa Virgen y Madre María para que fuese merecedora de ser digna morada de tu Hijo; concédenos que, pues celebramos con alegría el misterio de la Encarnación, por su piadosa intercesión seamos liberados de los males presentes y de la muerte eterna. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén

Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar en el cielo, 
en la tierra y en todo lugar. 
(repetir 3 veces) Amén

***

El Evangelio de Hoy, nos dice:
Jesús en Galilea: Después de estos dos días salió de allí para Galilea. El mismo Jesús había afirmado que ningún profeta es bien considerado en su propio país. Cuando llego a Galilea, los galileos, testigos oculares de todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, lo recibieron muy bien. Jesús regresó a Caná de Galilea, donde él había convertido el agua en vino.

Curación del hijo del oficial real: Un oficial real tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Al oír que Jesús venía de Judea a Galilea, salió a su encuentro y le suplicó que fuera a curar a su hijo, que estaba moribundo. Jesús le dijo: Si no veis milagros y portentos, no creéis. El oficial dijo: Señor, anda antes de que muera mi hijito. Jesús respondió: Vete, tu hijo vive. El hombre creyó en la palabra de Jesús y se fue.

Cuando iba de regreso, sus criados salieron a su encuentro y le dijeron: Tu hijo vive. Les preguntó a qué hora había empezado a mejorar, y le dijeron: Ayer, a la una de la tarde, le dejó la fiebre. El padre reconoció que aquélla era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive. Y creyó en él con toda su casa. Este fue el segundo milagro que hizo Jesús al ir de Judea a Galilea. (Juan 4, 43-54)



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